La iluminación de tu salón se convierte en una cuestión fundamental en la decoración de nuestro hogar. Primero, porque en esa búsqueda por agrandar espacios, la luz actúa como el medio idóneo para reconvertir por completo el aspecto de una habitación, pero también porque una distribución inteligente de la misma produce extraordinarios efectos sensoriales. Teniendo esto en cuenta, hemos elaborado una lista de 7 claves para mantener tu salón bien iluminado.
1. Aprovecha la luz natural
Corre las cortinas, sube las persianas, quita las mosquiteras, y limpia bien los cristales que hoy hace un día espectacular. Si eres de los/as pocos/as que tienes el privilegio de contar con una importante fuente de iluminación natural en el salón de casa, entonces hay que explotarla al máximo posible. Su gran ventaja frente a la luz artificial, además de las obvias relacionadas con el consumo de electricidad, es el ambiente fresco a la par que acogedor que construye.
2. El punto de luz principal en el techo
El salón es el centro de todos los acontecimientos, el punto de operaciones, y una celebración de la vida que se hace en casa. Siguiendo esta máxima, su iluminación debe concebirse como un elemento más que incite a tanta felicidad. La luz principal ha de venir desde techo, ser fija, grande y alta. Las lámparas en suspensión son una buena opción, pero ¡cuidado! Trata que el foco (preferiblemente que sean varios) no sea unidireccional, sino que ilumine la mayor superficie posible.
3. Haz tu salón más diáfano
Puede parecer obvio pero cuando más diáfano sea nuestro salón, mejor se distribuirá la luz por esta habitación y, por lo tanto, más luminoso será. Aparta ese mueble que colocaste para “crear dos ambientes” y deja que la luz se haga camino. Recuerda que debemos aprovechar la luz natural, pero también tenemos que eliminar obstáculos a la luz principal del techo.
4. Elige bien: ¿luz blanca o luz cálida?
Está claro que va a depender tanto de nuestro gusto, la decoración de la habitación o incluso de nuestro estado de ánimo en ese momento, pero si lo que quieres es ganar luminosidad a toda costa recomendamos la luz blanca para iluminar tu salón. Es cierto que ésta luz es algo fría, pero aportará colores más realistas a tus elementos decorativos ya que se fusiona perfectamente con la luz natural y te resultará más fácil encontrar bombillas de bajo consumo en este tono.
5. Utiliza algún espejo y/o cristaleras
Está bien, los espejos no son muy amigos del Feng Shui, pero hay que reconocer que son ideales para hacer que nuestro salón parezca más grande y luminoso. Este punto también puede parecer bastante obvio pero hay que recordarlo. Todo objeto que refleje/deje pasar la luz es bienvenido en tu salón. Puede encontrarse tanto en la mesita central como en el armario de la “vajilla buena”, además, ¡combina con cualquier color!
6. Luces específicas para momentos íntimos
Las llamadas luces secundarias son tanto o más importantes que las primeras ya que, en última instancia, son las encargadas de crear el ambiente que tanto deseamos. Dentro de esta categoría contamos, a modo general, con tres tipos de luminaria: lámparas de pie, colgantes y de mesa. Este tipo de iluminación sirve para crear una atmósfera más íntima que no podríamos conseguir con las luces principales, pero hay que saber usarlas cuando es debido.
7. Juega con el color para ganar luminosidad
Hablamos del color del mobiliario y, por supuesto, de las paredes y el techo. Para ganar luz por encima de todo lo ideal es el blanco, pero podemos utilizar colores pastel muy claritos para jugar con la decoración que hemos elegido. El amarillo, probablemente, sea el color más usado después del blanco para dar luminosidad a las habitaciones. Eso sí, como recomendación, el techo siempre debe ser blanco.
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